Liebre se dio cuenta, quería tener al sol y a la luna juntos, pero no sabia como hacerlo. Recorrió el bosque entero en busca de respuestas, pero todos los animales del bosque le decían que eso era imposible, no podía tener esas dos cosas juntas nunca, pero liebre se resignaba. Al final buscó al animal más viejo y sabio del bosque, búho, y lo hallo después de tres días de búsqueda dentro de su nido del árbol seco. Liebre desesperada le pidio consejo:
-Que puedo hacer señor búho?? Quiero poder tener a la luna y al sol, siempre en el cielo, cuando esta sol brillando con su amarillo inconfundible , me rodea con sus brazos dándome calor y cuidándome el pelaje, alimentando los alimentos que yo como y dando color y forma a todo lo que me rodea. Cuando luna esta en el cielo todo es mágico, hay una tenue luz azulada que hace que todo lo que me rodea coja nuevas formas. Con la luna, vienen también las estrellas y el canto melódico de las criaturas nocturnas junto con la danza de las luciérnagas y su reflejo en el lago es lo mas bonito de este mundo!!- dijo la libre con lagrimas en los ojos, sonrisa de oreja a oreja y el pelaje de punta por la emoción. Búho era sabio, a búho le gustaba ayudar a los animales con problemas, pero vio que eso podía ser un simple capricho, y le dijo:-Liebre, no puedes juntar esas dos cosas, es como el agua y el fuego, no se pueden juntar, es por eso que luna y sol nunca se pueden ver si no es por breves momentos en el ocaso o en el amanecer, mueren para que el otro nazca y nacen para que el otro muera, es un ciclo ineludible y perfecto, por eso has de elegir, dormir por la noche y convivir con el sol o dormir por el día y convivir con la luna. Yo elegí la luna tu has de hacer lo mismo, has de elegir a uno. La liebre lloro durante horas, no podía resignarse a perder una de las dos cosas que tanto deseaba y amaba a la par, para ella eso era casi como morir, estaba enamorada de los dos astros y no podía deshacerse de ninguno de los dos, entonces le dijo a búho: -Por favor señor búho, he acudido a ti por que eres mi ultima esperanza, he de tener a los dos aunque sea por un día, si no, será como si muriera por dentro, no volveré a ser la misma, desde hace mucho ya no río, solo lloro pensando en mis dos astros amados. Entonces búho se apiado de liebre, viendo que no era un capricho, ya que para liebre era una necesidad. Entonces decidió ayudarla. -Dentro de dos lunas, los podrás tener juntos, pero ten cuidado, has pedido algo muy peligroso, puede ser que te quedes sin nada, te recomiendo que lo dejes estar liebre, pero si quieres seguir adelante, podrás verlos juntos, pasado mañana, en el acantilado del viento. Liebre abrazo y besó a búho mientras lloraba de la alegría, y se fue corriendo al acantilado del viento pensando en las palabras de aviso del búho sabio. Le dio igual que durante 2 días hubiera pasado mucho frío ya que durante esos dos días llovió y sopló el viento como nunca había soplado en esa zona boscosa, pero a liebre le alimentaba el saber que tendría a sus astros juntos en breves horas. Y al rato ocurrió lo pronosticado por el búho. El cielo se oscureció, las nubes desaparecieron , el viento dejo de soplar, mientras liebre con lagrimas en los ojos contemplaba un magnifico eclipse de sol, olvidando completamente las palabras de aviso del búho. -Por fin!! – dijo la liebre dirigiéndose a los dos astros- Por fin os tengo a los dos con migo , sois preciosos!!!- mientras veía el circulo amarillo alrededor del astro oscuro que era la luna, su visión empezó a nublarse, pero liebre no podía dejar de mirar a sus amados, se nubló su visión hasta tal punto que al final no veía nada, todo era oscuridad. -Que me esta pasando? – chillo la liebre asustada – sol , luna , donde estáis no os puedo ver, os habeis escondido?? Salid y dejadme veros otra vez por favor!- pero no veía nada, ni el acantilado, ni la hierba que tenia bajos sus pies, ni las olas que oía romper contra la piedra del acantilado- que me pasa??- volvió a chillar esta vez horrorizada- no veo nada!! No veo nada!! – empezó a llorar desconsolada y escucho la voz del búho: -Te lo advertí liebre, te dije que lo dejaras pasar, y no me hiciste caso, te dije que si seguias adelante podría ser peligroso y lo podrías perder todo, pero no me hiciste caso. -Es que eran tan hermosos juntos que no pude apartar la vista de ellos, que me ha pasado?? -Has sido castigada por tu avaricia, liebre, te has quedado ciega, nunca mas podrás volver a ver colores, ni objetos ni formas y lo mas desagradable para ti, jamás volverás a ver a luna y a sol.
Entonces liebre se dio cuenta, no se puede tener todo, a veces se ha de elegir y renunciar a algo que quieres por obtener algo que deseas, pero liebre lo quería todo y al final se quedó sin nada. Aprendió una dura lección demasiado tarde y se fue acompañada de búho al corazón del bosque para vivir una vida de resignación y soledad sin poder volver a ver a sus astros amados.
-Que puedo hacer señor búho?? Quiero poder tener a la luna y al sol, siempre en el cielo, cuando esta sol brillando con su amarillo inconfundible , me rodea con sus brazos dándome calor y cuidándome el pelaje, alimentando los alimentos que yo como y dando color y forma a todo lo que me rodea. Cuando luna esta en el cielo todo es mágico, hay una tenue luz azulada que hace que todo lo que me rodea coja nuevas formas. Con la luna, vienen también las estrellas y el canto melódico de las criaturas nocturnas junto con la danza de las luciérnagas y su reflejo en el lago es lo mas bonito de este mundo!!- dijo la libre con lagrimas en los ojos, sonrisa de oreja a oreja y el pelaje de punta por la emoción. Búho era sabio, a búho le gustaba ayudar a los animales con problemas, pero vio que eso podía ser un simple capricho, y le dijo:-Liebre, no puedes juntar esas dos cosas, es como el agua y el fuego, no se pueden juntar, es por eso que luna y sol nunca se pueden ver si no es por breves momentos en el ocaso o en el amanecer, mueren para que el otro nazca y nacen para que el otro muera, es un ciclo ineludible y perfecto, por eso has de elegir, dormir por la noche y convivir con el sol o dormir por el día y convivir con la luna. Yo elegí la luna tu has de hacer lo mismo, has de elegir a uno. La liebre lloro durante horas, no podía resignarse a perder una de las dos cosas que tanto deseaba y amaba a la par, para ella eso era casi como morir, estaba enamorada de los dos astros y no podía deshacerse de ninguno de los dos, entonces le dijo a búho: -Por favor señor búho, he acudido a ti por que eres mi ultima esperanza, he de tener a los dos aunque sea por un día, si no, será como si muriera por dentro, no volveré a ser la misma, desde hace mucho ya no río, solo lloro pensando en mis dos astros amados. Entonces búho se apiado de liebre, viendo que no era un capricho, ya que para liebre era una necesidad. Entonces decidió ayudarla. -Dentro de dos lunas, los podrás tener juntos, pero ten cuidado, has pedido algo muy peligroso, puede ser que te quedes sin nada, te recomiendo que lo dejes estar liebre, pero si quieres seguir adelante, podrás verlos juntos, pasado mañana, en el acantilado del viento. Liebre abrazo y besó a búho mientras lloraba de la alegría, y se fue corriendo al acantilado del viento pensando en las palabras de aviso del búho sabio. Le dio igual que durante 2 días hubiera pasado mucho frío ya que durante esos dos días llovió y sopló el viento como nunca había soplado en esa zona boscosa, pero a liebre le alimentaba el saber que tendría a sus astros juntos en breves horas. Y al rato ocurrió lo pronosticado por el búho. El cielo se oscureció, las nubes desaparecieron , el viento dejo de soplar, mientras liebre con lagrimas en los ojos contemplaba un magnifico eclipse de sol, olvidando completamente las palabras de aviso del búho. -Por fin!! – dijo la liebre dirigiéndose a los dos astros- Por fin os tengo a los dos con migo , sois preciosos!!!- mientras veía el circulo amarillo alrededor del astro oscuro que era la luna, su visión empezó a nublarse, pero liebre no podía dejar de mirar a sus amados, se nubló su visión hasta tal punto que al final no veía nada, todo era oscuridad. -Que me esta pasando? – chillo la liebre asustada – sol , luna , donde estáis no os puedo ver, os habeis escondido?? Salid y dejadme veros otra vez por favor!- pero no veía nada, ni el acantilado, ni la hierba que tenia bajos sus pies, ni las olas que oía romper contra la piedra del acantilado- que me pasa??- volvió a chillar esta vez horrorizada- no veo nada!! No veo nada!! – empezó a llorar desconsolada y escucho la voz del búho: -Te lo advertí liebre, te dije que lo dejaras pasar, y no me hiciste caso, te dije que si seguias adelante podría ser peligroso y lo podrías perder todo, pero no me hiciste caso. -Es que eran tan hermosos juntos que no pude apartar la vista de ellos, que me ha pasado?? -Has sido castigada por tu avaricia, liebre, te has quedado ciega, nunca mas podrás volver a ver colores, ni objetos ni formas y lo mas desagradable para ti, jamás volverás a ver a luna y a sol.
Entonces liebre se dio cuenta, no se puede tener todo, a veces se ha de elegir y renunciar a algo que quieres por obtener algo que deseas, pero liebre lo quería todo y al final se quedó sin nada. Aprendió una dura lección demasiado tarde y se fue acompañada de búho al corazón del bosque para vivir una vida de resignación y soledad sin poder volver a ver a sus astros amados.
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