SANT BARTOMEU-MONTUÏRI

martes, 1 de septiembre de 2009


El estreno de la nueva generación de los ‘cossiers’ de Montuïri se vivió como un auténtico espectáculo. Y es que no era para menos, siete nuevas caras encarnaron los seis cossiers y la dama, símbolos de la fertilidad y la tierra. Lo hicieron llenos de energía y de ilusión, seguros que la tradición más querida del pueblo tiene la continuidad asegurada por muchas más generaciones.
Sobre las siete de la tarde, con la Plaça Mayor estibada de gente, llegó el demonio que con sus latigazos hizo correr a los más jóvenes que lo llamaban al grito de «Banya Verda».
Las notas de Flor de Murta, el alma mater de las canciones de los cossiers y himno de Montuïri, resonaron encima el cadafal de la plaza y los nuevos cossiers empezaron a bailar con pie firme y sin miedo. Al terminar el baile, felicitaciones, abrazos y alguna que otra lágrima de familiares, profesores, amigos y vecinos sirvieron de felicitación a los nuevos cossiers. Ellos, fieles a la más antigua de las tradiciones, no dejaron de seguir a los ‘xeremiers’. Bailaron la ‘Dansa Nova’, ‘Mestre Joan’, ‘El Rei no podía’, la ‘Gallineta rossa’ y todas las danzas de siempre por las calles del pueblo. Mientras los más jóvenes intentaban tocar el cencerro al demonio, los más mayores recobraron la calma al saber que quedan cossiers por muchos años.

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